QUÉ CELEBRAMOS EN EL 1º DE MAYO

El Día de la clase Trabajadora se celebra en buena parte del mundo el 1 de mayo como homenaje a lo sucedido el mismo día de 1886 en Chicago, Estados Unidos, cuando un grupo de trabajadores decidieron hacer una huelga en Haymarket Square como reclamo por sus derechos laborales, reivindicando su derecho a una jornada laboral de 8 horas.

A finales de mayo de 1886 varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a varios centenares de miles de obreros. Los trabajadores concienciados y organizados mucho tuvieron que luchar durante años para conseguir establecer la jornada laboral de ocho horas, incluso a costa de sus propias vidas.

Actualmente, el Día de los Trabajadores se ha convertido en una efeméride festiva, algunos quieren desvirtuar este día denominándolo como “día del trabajo”, pero no hay que olvidar que esta fecha rinde homenaje a aquellos que lucharon por una vida digna para todos los trabajadores.

QUÉ ES ESTAR ORGANIZADOS Y TENER CONCIENCIA DE CLASE

La lucha sindical no es de un día y ya está, es una lucha continua. Dejar de luchar significa perder derechos. El espacio social que los trabajadores no ocupemos, lo ocupará la clase empresarial en detrimento de nuestros propios intereses como clase social.

Para que las luchas de la clase trabajadora sean efectivas los trabajadores nos organizamos en estructuras sindicales, a las que denominamos sindicatos. Dentro de estas estructuras es donde los trabajadores decidimos el funcionamiento del sindicato, los objetivos, definir la política sindical y estratégica para alcanzar aquellos de forma común, disciplinada y continuada.

La conciencia de clase, básicamente, consiste en ser consciente que los trabajadores de todos los sectores funcionales y ámbito territorial del universo tenemos los mismos intereses comunes tanto a nivel sindical y social, como político, derecho a la libre sindicación, derecho a manifestación, derecho a ser tratados como personas y no como mercancía, derecho a la negociación colectiva, derecho a un trabajo digno y bien remunerado, derecho a disponer de unas condiciones de trabajo dignas y sin abusos, derecho a tener un seguro social de enfermedad y de jubilación… Estos derechos ni vienen solos, ni se mantienen en el tiempo porque sí, los trabajadores organizados debemos de estar vigilantes y en alerta de manera permanente para que no los quiten ni por vía legal (reformas laborales) ni por ninguna otra vía.

De ahí la importancia que los trabajadores dispongamos de conciencia de clase, siendo conscientes que los intereses de los trabajadores son comunes y que nuestros derechos como trabajadores vienen y seguirán viniendo de la capacidad, fuerza y organización que dispongamos en cada momento como clase social.    

LA CLASE TRABAJADORA ORGANIZADA DEBEMOS TENER VOZ PROPIA EN LA SOCIEDAD

Dar solución a los problemas es hacer política. Nadie quiere dejar sin resolver los problemas. Trabajar sí. Pero sabiendo para qué, porque y por quien; contestar a estas preguntas es hacer política. Si los trabajadores no queremos hacer política para defendernos y avanzar en derechos, otros tendrán el camino libre para hacer política y quitarnos derechos, ejemplos claros de lo que manifestamos son las reformas laborales que hemos padecido los trabajadores hemos padecido estos últimos años “por nuestro bien” y el abandono político de los elementos coactivos (derechos huelga, de manifestación inspección de trabajo, …) que sirven para mantener los derechos que aún nos quedan.

Nada peor para la clase trabajadora en su conjunto que individualizar las relaciones de trabajo, como pretenden desde la clase empresarial. Solos no somos nadie. Juntos podemos serlo.

Se trata de establecer un orden jurídico en el cual, los bienes de la tierra y los medios de producción estén al servicio del bien común, como elemento y factor de equidad y justicia social; en desarrollar una visión económica y social inspirada por valores morales; en el respeto y la promoción efectiva del primado de la persona y de la familia; en la articulación pluralista de la sociedad y la representación de sus fuerzas vitales; la salvaguardia de los derechos de las personas y de las minorías; la descentralización política, burocrática y administrativa; el equilibrio entre la esfera pública y privada, con el consecuente reconocimiento de la función social del sector privado.

HOY EL OBJETIVO DEBE SER REFORZAR EL ORDEN SOCIAL

Es fundamental, como mínimo, que se deroguen las últimas reformas laborales, fundamentalmente referido a recuperar la ultraactividad de los convenios colectivos (vigencia mientras se negocia otro), a la limitación de la subcontratación, a que no se permitan descuelgues de convenios colectivos, a la prevalencia del convenio del sector sobre el de empresa, y a que prevalezcan los ERTES sobre los ERES priorizando la garantía de empleo.

Por otro lado, es muy importante defender y mantener la jubilación a los 65 años, las pensiones con carácter público, y quitar de la seguridad social todos gastos impropios (derechos de carácter social) de la seguridad social gastos que pagamos los trabajadores a través de nuestras cotizaciones y pasen a ser financiados por impuestos a través de los presupuestos generales del estado.

Los trabajadores no podemos consentir que la edad de jubilación se vaya subiendo poco a poco… en ese camino, nadie podrá jubilarse. Ese, en realidad es el objetivo, acabar con el actual sistema de seguridad social.

Es importante proteger a los trabajadores que no están sujetos a cobertura de convenio colectivo alguno, son los que les aplican el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Consideramos adecuada una subida del SMI progresiva que alcance el nivel de subsistencia, que a nuestro entender este nivel debe estar relacionado en el gasto medio necesario para poder disponer y pagar vivienda, alimentación, transporte y ropa con la que vestirse.  

Los trabajadores no podemos permitirnos ser ajenos a aquellas fuerzas políticas que defienden esos objetivos sociales.

¡Viva la clase trabajadora!