b3b6599a15a74721adbecf8b011b610fgif Santander 17-10-2017

 La Federación Cántabra del Taxi interpone recurso ante el concurso del transporte sanitario, esta vez ante la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC). Tras que en un primer momento el Servicio Cántabro de Salud (SCS) desestimase su primer recurso, y que después de haber presentado uno nuevo, el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales a fecha de 27 de julio del presente año haya vuelto a desestimar el mismo, vuelven de nuevo a la carga.

 El SCS basó su desestimación en dos “insignificantes” hechos; de un lado la total falta de formación profesional por parte del gremio del taxi en lo referente al tratamiento y la atención en el transporte de pacientes (enfermos ellos); de otra parte, la falta de adecuación a los requisitos legales para este tipo de transporte de sus vehículos. Desde SCAT no encontramos dos argumentos de más peso y calado que se pudieran dar.

 Ante tal respuesta, han vuelto a presentar recurso al citado tribunal, intentado lograr que los pliegos se compartimenten, y se diferencie el transporte “sanitario”, y otro que ellos denominan “complementario” (rehabilitaciones, diálisis, radioterapias…). Por un lado todas estas personas, los pacientes, que se ven en estas situaciones derivadas de la enfermedad, y deben de acudir con el transporte programado a las sesiones del tratamiento que que tienen que ser sometidos, viajan en unas condiciones más que delicadas (tratamientos agresivos, cuadros médicos complejos, personas con movilidad reducida) y que necesitan de unos cuidados y una atención que solo puede proporcionar un personal profesional y un vehículo  adaptado a tal efecto, que en caso de que se produjera cualquier percance o empeoramiento súbito del paciente, se le pudiera dar la respuesta adecuada y precisa para que se pueda asegurar su bienestar y su traslado adecuado a un centro sanitario; en definitiva un Técnico en Transporte Sanitario y una Ambulancia.

 Argumentan que esto antiguamente se realizaba con taxis. Desde SCAT creemos que la profesionalización de los sectores es fundamental, y ello solamente se consigue a base de formación y especificidad. Si nos retrotraemos a tiempos pasados, también una ambulancia la conducía cualquier persona que tuviera carnet, y hoy se exige, como debe de ser a nuestro criterio, una titulación y una formación profesional concreta. Se debe siempre de avanzar hacia la mejora del servicio tanto para el profesional como para el usuario… A los trabajadores del sector, se nos exige, y desde SCAT lo defendemos y defenderemos siempre, una profesionalización y formación continua, que se está exigiendo desde hace unos años, por real decreto, una titulación de grado medio para poder optar a trabajar en el sector y exigiendo a los trabajadores anteriores a un reciclaje y adaptación continua a los nuevos estándares de formación mínima para el desempeño de la profesión. Por tanto, que se introduzca un gremio sin formación en el tema, nos parece cuanto mínimo una involución del sistema.

 Resulta cuando menos paradójico, que un sector, como el del taxi, tan combativo contra el intrusismo profesional, contra el abaratamiento y empobrecimiento que argumentan llevan a su profesión empresas como UBER o BLA BLA CAR, resulta que ellos intenten hacer lo mismo en otras profesiones. Es seguir el hecho tan español, de “haz lo que yo diga, y no lo que yo haga”. Ya que pensemos en que ocurriría con los más de 200 compañeros que realizan ahora el transporte sanitario programado… claro el intrusismo laboral es muy malo, salvo que lo ejerza yo. A todas luces, una forma de actuar muy lógica y coherente.

 Con todas estos recursos, a nuestro ver sin sentido y que solo buscan visibilidad social, ya están causando trastornos a los trabajadores de transporte sanitario. En los sectores públicos que dependen de una concesión temporal de servicios, las épocas de transición e incertidumbre , como la que vivimos actualmente por causa de la paralización cautelar de las adjudicaciones por los recursos tras recursos, son utilizadas única y exclusivamente para sacarle el mayor de los partidos y rendimientos al negocio, de lo cual solo sale beneficiada la parte empresarial que disponga en ese momento de la concesión del servicio, sobreexplotando hasta límites que rozan el borde de la ley,  ya que la atención de las administraciones durante ese tiempo está en el concurso que se propone y no en el servicio que se da en ese momento. Por lo tanto, a los únicos que están beneficiando es a esos que dicen que les perjudican...

 Ya en el mes de julio, cuando el anterior recurso fue echado para atrás, propusimos desde los miembros de SCAT en el comité de empresa de Ambuibérica, al resto del comité realizar acciones conjuntas, para intentar frenar desde nuestra capacidad de acción  todo este despropósito; solamente obtuvimos la callada por respuesta. Nosotros no creemos que haya que esperar a que se produzca el daño, para intentar protegerse; antes que la curación está la prevención. Es por ello que desde SCAT y su sección sindical en el transporte sanitario, trataremos por todos los medios a nuestro alcance, de terminar con esta situación de precariedad alargada artificialmente en el tiempo por los recursos interpuestos una y otra vez por la Federación Cántabra del Taxi, que juegan una y otra vez a menear las ramas del árbol ajeno.