EL SISTEMA PÚBLICO DE PENSIONES ESTÁ EN QUIEBRA

“LA GRAN MENTIRA”

b3b6599a15a74721adbecf8b011b610fgif Santander 14-12-2020

Existe un mantra que se repite una y otra vez; “el sistema público de pensiones es insostenible”. Vamos a intentar explicaros grosso modo porque esto no es cierto.

Se dice que el agujero de las pensiones es de VEINTITANTOS MIL MILLONES DE €. Solamente la cifra nos parece vertiginosa, y nos hace temblar las piernas. Pero ¿realmente ese agujero pertenece al sistema de pensiones? El problema es el siguiente, y que en este país ocurre con demasiada asiduidad, y del que nadie se responsabiliza: con el dinero de las pensiones se están pagando cosas, que no se debería pagar con ese dinero.

Es el mismo caso, de cuando un gobierno, ya sea el estatal, el regional o el municipal, recibe una subvención para fomentar una actividad, y se destina a otra partida totalmente distinta. El problema de la falta de “finalidad” en muchas de las partidas; y la conocida como “hucha” de las pensiones no es una excepción.

Esta caja se nutre de las cotizaciones laborales de los trabajadores y de las empresas a las arcas del estado. Es decir, este dinero, debería ir destinado a pagar las pensiones de los trabajadores que se jubilan y contribuyeron en su momento al sistema. Digamos que se trata de un pacto “social” e “intergeneracional”: Yo cotizo con mi trabajo para mantener la pensión de mi abuelo, con el compromiso de que mi nieto mantendrá con su cotización la mía. Por tanto ya el término de “hucha” quiere tergiversar el espíritu del sistema de pensiones.

Además, como os vamos a presentar en el gráfico siguiente, existen ciertos “gastos” (y no menores) que se cargan al sistema de cotizaciones. Por un lado cargamos al sistema el pago de ayudas, como por ejemplo la tarifa plana de autónomos. Además, se incluye en el sistema, todo tipo de pensiones NO CONTRIBUTIVAS (orfandad, viudez...), que por supuesto el estado debe de pagar y dignamente, pero no con el dinero generado de las cotizaciones. No solo eso, sino que existen otras ayudas y otros gastos, como por ejemplo las ayudas por hijos que otorga el gobierno, que también se cargan al sistema público de pensiones. Si hacemos la suma total de las cantidades grosso modo, veremos que todos estos gastos “impropios” suman la cantidad de VEINTITANTOS MIL MILLONES DE €.

Por tanto las pensiones no son insostenibles en absoluto, Además, no hemos hecho referencia al hecho de que durante muchos años, debido a las ultraneoliberales políticas de empleo llevadas en este país, las cotizaciones que se deben realizar al sistema son cada vez más exiguas.

Lo demás es engañar. Y lo peor, que es engañar con una clara intención. HACER NEGOCIO CON LAS PENSIONES PÚBLICAS. Todas las recomendaciones del grandilocuente Pacto de Toledo van encaminadas al siguiente esquema: reducir las pensiones públicas a través de, por un lado cercenar su revalorización para las ya existentes, y por otro lado incluir los máximos años posibles en el cálculo de la pensión, para así bajar la cuantía de las futuras. Y por otro lado, implementar sistemas “privados“ de pensiones, con los que el gran capital pueda seguir haciendo negocio.

Por tanto, volvemos a un sistema en el que la pensión pública se vea reducida a una pensión asistencial, digámoslo claramente de “caridad”; y el que pueda que se pague una privada para conseguir una vejez digna.

Porque con el sistema de la denominada “Mochila Austriaca” a la española, salimos perdiendo. Primero, y nada más anunciarlo ya se vió la idea de la patronal. Más del ochenta por ciento de la patronal estaba feliz con esta idea de aportar más para esa mochila, pero sin embargo luego todos coincidían en que no era el momento de pagar ahora. Por tanto, esa mochila maravillosa depende de la coyuntura. Entonces, durante las crisis (cíclicas y recurrentes) ¿aparcamos la mochila y tiramos de fiambrera?

Desde nuestro sindicato nos oponemos frontalmente a la privatización del sistema. Las pensiones han de ser PÚBLICAS Y DIGNAS. Todos los derechos deben de estar garantizados por el estado; la sanidad, la educación, las pensiones... Esto no es más que otro intento de darle una vuelta más de tuerca a la explotación de la clase trabajadora. También se podría luchar contra el fraude fiscal, las ingenierías financieras de las multinacionales y los paraísos fiscales.

Imaginamos que de esto algunos no hablan nada por “despiste”... no iremos a pensar mal ¿no?.