Desde el punto de vista de los poderosos, se supone que sólo debes velar por ti. La compasión (sentimiento de tristeza que produce el ver padecer a alguien y que impulsa a aliviar su dolor o sufrimiento, a remediarlo o a evitarlo) es un rasgo humano fundamental, que se pretende borrar de las cabezas de las personas (“debes velar por ti mismo, no te preocupes de los demás”). Esto pudiera estar bien para ricos y poderosos, pero es devastador para el resto. Están haciendo verdaderos y grandes esfuerzos para intentar expulsar y acabar con esas emociones en la cabeza de la gente. Se ve hoy en día, en la formulación de las políticas (exponer o expresar una cosa o programa, de forma oral o escrita para llevarla a cabo en un determinado espacio de tiempo); en el ataque a la seguridad social, a los servicios públicos, a las organizaciones de carácter social (sindicatos, ONG’s, asociaciones de todo tipo, etc.), buscan lo individual, buscan aislar a la persona, porque para ellos, así es más fácil ejercer el dominio y el control sobre ella.
Precisamente la seguridad social, se basa en el principio de la solidaridad. La solidaridad es preocuparte y formar parte de los demás. Esa solidaridad hace que puedan vivir personas que no tengan medios, por un motivo u otro ajeno a su voluntad; que personas que llegan a una cierta edad puedan jubilarse y seguir viviendo con dignidad sin necesidad de seguir desarrollando sus tareas laborales al servicio de los ricos y poderosos o para ellos mismos, hasta el día de su fallecimiento. Que personas dependientes puedan obtener los mínimos necesarios para cubrir sus necesidades y atenciones. Que los niños puedan ir al colegio, para que el día de mañana sean útiles para la sociedad y para ellos mismos. Que las personas que no tienen suficientes medios económicos puedan cobijarse. Se paga impuestos sobre lo que se gana para que otra gente más necesitada tenga con que vivir.
Pero esto, no es útil para ricos y poderosos, por tanto, existe el intento de destruir el principio de solidaridad. Y en eso están. Una de las formas, es eliminar su financiación. Si el sistema no funciona, la gente se enfadará. Quieren otra cosa… es una técnica estándar para privatizar servicios públicos para convertirlos en negocio (sanidad, dependencia, educación, seguridad social, energía… etc.). Todos los servicios públicos se basan en el principio de solidaridad. Veamos. Sanidad, “hágase un seguro sanitario para su familia”; Dependencia, incremento de población de edad elevada y dependiente, incremento de residencias privadas sobre las públicas, consecuencia: pocas plazas, encarecimiento de servicios. Energía, privatización del sistema energético, encarecimiento del precio de la luz, del gas, de la gasolina. Educación, ahora que hay menos niños, se cierran colegios públicos y se financian colegios privados. Seguridad Social, “hágase un seguro de jubilación”, los medicamentos para ciertas enfermedades crónicas o graves serían inalcanzables para la mayoría de la población. Todo aquello que es servicio público, especialmente, la sanidad, la dependencia, la educación y la energía (que además es un valor estratégico) está basado en el Principio de la Solidaridad. Lo que está ocurriendo es un ataque general a esos principios que no sólo son humanos, sino que son la base de la prosperidad y salud de la sociedad.